Este cerro también fue famoso por guardar muchos rumores y leyendas, como que en ella existen cuevas debajo con tesoros escondidos, aún sin encontrar. La gran Cruz Blanca que antes fue de madera los resguardaba y por eso, quizás nadie se ha atrevido a violar el sitio considerado como sagrado, según cuenta la leyenda del siglo antepasado.Se dice que venían los piratas, porque colindaba con la playa para esconder sus tesoros en una cueva que esconde el cerro, precisamente porque era una isla, igual como lo fue el cerro del Crestón.
Cuenta la historia que en el año 1806, en esa época el terreno en que está situada la población de Mazatlán no era sino un bosque agreste y solitario, todo cubierto de altos árboles, lagunas y marismas.El mar azotaba hasta donde hoy está la plazuela Machado, alimentando con el flujo y reflujo un estero que se prolongaba irregularmente hasta donde se halla en la actualidad la Plaza del Mercado municipal y el fraccionamiento Playa Sur.Los límites del mar en la baja marea eran los que se tiene hoy, pero la especie de istmo que une el cerro de La Cruz con la población era entonces un estero bastante bajo que dejaba pasar las aguas del actual malecón de las Olas Altas a las del actual fondeadero.
Pero también, hay otro secreto donde está la cruz blanca fue el primer mirador de la ciudad. Aquí estaba el primer faro que guiaba en el horizonte a las embarcaciones cargueras, a los pescadores y pangas, así que desde que Ramón Zamudio, como vecino del lugar y directivo de la Asociación de colonos del Cerro del Vigía decidió rescatar el sitio y la tradición, se han conocido algunos fragmentos de la historia.
Incluso, este sitio, alguna vez fue el observatorio desde donde se defendió de la invasión francesa, a través de dos frentes, uno donde hoy está colocado el gran cañón del mirador y el segundo que está cercado, propiedad de la Marina.
Un poco de Historia
Cuenta la historia que en el año 1806, en esa época el terreno en que está situada la población de Mazatlán no era sino un bosque agreste y solitario, todo cubierto de altos árboles, lagunas y marismas.El mar azotaba hasta donde hoy está la plazuela Machado, alimentando con el flujo y reflujo un estero que se prolongaba irregularmente hasta donde se halla en la actualidad la Plaza del Mercado municipal y el fraccionamiento Playa Sur.Los límites del mar en la baja marea eran los que se tiene hoy, pero la especie de istmo que une el cerro de La Cruz con la población era entonces un estero bastante bajo que dejaba pasar las aguas del actual malecón de las Olas Altas a las del actual fondeadero.
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